Estamos absolutamente bombardeados por la publicidad, los influencers, la televisión y las redes para tener un cuerpo escultural. Todos quisiéramos tener nuestro cuerpo armonioso, sano, balanceado y esbelto. Sin embargo, creo que a las fórmulas y estrategias propuestas en su gran mayoría les hace falta el componente más importante. Un cuerpo sano y armonioso no se logra con una serie de tips y tácticas superficiales y simplistas, tampoco con dietas estrictas y pastillas milagrosas. Pocos hablan de la conexión crucial y determinante entre ese cuerpo deseado como resultado y reflejo de un trabajo interno poderoso.
Por varios años las personas suelen preguntarse cómo rayos hago para mantenerme en forma de manera tan natural, sin esfuerzo y sin un plan estructurado. Pero la verdad es que hasta hace poco entendí cómo lo he logrado.
Después de un camino lleno de obstáculos para un entrenamiento de alto rendimiento, como lo fueron 2 cirugías de rodilla, 2 cirugías de tobillo y una fractura en el pie, puedo decirles que las circunstancias rara vez determinarán tu capacidad para alcanzar el logro de un cuerpo saludable. Si bien una vez quieres comenzar este camino y te has propuesto el objetivo de manera clara, uno no tiene el conocimiento más completo de nutrición, entrenamiento físico o mental. Pero, solo el hecho de tener la determinación de cuidarme y reflejarlo en mi cuerpo, ya era el primer paso y el más importante para acercarme a las fuentes de conocimiento sobre estos 3 temas. Comencé leyendo libros de belleza natural y nutrición; a la par, me gustaba leer sobre crecimiento personal y finalmente empecé a seguir en redes a influencers que explicaban técnicas para hacer ejercicio correctamente y cómo balancear los entrenamientos. Era una siembra de cada día, que se volvieron meses y cuando menos me di cuenta, el ejercicio y la nutrición saludable ya estaba completamente automatizado en mi vida. Extrañaba los días o meses que no podía ir al gimnasio; cuando comía comida rápida sin buena porción de verduras quedaba con la sensación de no estarle dando lo mejor a mi cuerpo. Y así, sin darme cuenta, sin proponerme dietas estrictas ni rutinas descabelladas, ya tenía el estilo de vida, cuerpo y salud que siempre quise, sin un aparente sobre esfuerzo o restricciones, lo hacía por auténtico deseo y disfrute.
Mi cuerpo empezó a comunicarme su nuevo estado, me mostraba una y otra vez ser intolerante al azúcar, a los fritos, al exceso de comida ultra procesada y de harinas y ya me pedía comida balanceada y de buena calidad. Negar una gaseosa o alcohol en un evento o restaurante se volvió algo completamente natural y deseado, inmediatamente leía mi cuerpo cuando no lo escuchaba y veía cómo se inflamaba; los dolores de cabeza y de ovarios llegaban rápidamente así como el acné, justo como lo describe la literatura sobre nutrición que detalla cómo al producir en exceso insulina todo tu sistema hormonal se descompensa y por ende se manifiesta en múltiples síntomas. Tener en mi mano ese nuevo conocimiento de medicina funcional como lo es el libro maravilloso del doctor Carlos Jaramillo en «El milagro metabólico», «Belleza Natural» de Catalina Aristizábal, sumándole mis propios hallazgos en el día a día que confirmaban la teoría ahí expuesta, me dio la certeza de que todo partía de la comprensión del funcionamiento de nuestro cuerpo y mente para poder que se tomen las decisiones desde la conciencia, desde la certeza de lo que es mejor, sin remordimientos.
Lo que en un principio no sabía cómo lo iba a lograr, hoy te puedo confirmar que solo con comenzar tomando la firme decisión de un verdadero bienestar, los escalones se van desbloqueando por mera atracción energética, cada que se avanza un paso, se va iluminando el siguiente. Vas llegando a esos libros, a ese contenido que necesitas, a esos influencers, personas, lugares, y así se va formando tu kit de herramientas que te permite avanzar en el conocimiento de lo que realmente forma un cuerpo sano. Sin las personas referentes correctas (que hoy llamamos influencers), los libros de nutrición, bienestar, crecimiento personal que encontré, yo hoy no tendría la mentalidad y conocimiento para que mis hábitos fueran sostenibles y eso lo logras entendiendo lo que hay detrás de cada “tip saludable”, comprendiendo el funcionamiento de nuestro cuerpo, nuestra anatomía, la conexión ineludible de nuestra fortaleza mental con nuestro reflejo físico. En otras palabras, para tener un cuerpo fuerte y sano, necesitas una mente fuerte y sana. No hay manera de que una persona gobernada por sus miedos, limitaciones y falta de autoconfianza, pueda sostener en el tiempo dietas y rutinas estructuradas para lograr el estilo de vida deseado. La forma más poderosa de que ese estilo de vida sea sostenible es cuando tienes la claridad interna, mental y emocional de lo que eres, mereces y te sientes verdaderamente capaz.

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